lunes, 25 de noviembre de 2013

La educación como un camino hacia la reflexión

¿Qué queremos decir cuando hablamos de educación?

En el presente artículo se quiere hacer un llamado a padres y profesores a reflexionar en torno a la educación, para esto nos preguntamos ¿Que queremos decir cuando hablamos de educación? Para realizar este artículo, proponemos una definición de educación que vaya más allá de la definición formal e institucional, basándonos en las ideas de Huberto Maturana, proponemos que la educación es un proceso de transformación constante de niños y adultos que se lleva a cabo fuera y dentro de la sala de clases, este proceso de transformación se basa en la convivencia, es por esto que ocurre en el ámbito relacional, dentro de este proceso tanto niños como educadores cambian y se influencian mutuamente.

 Para Humberto Maturana la educación es  "el proceso en el cual el niño o el adulto convive con otro y al convivir con el otro se transforma espontáneamente de manera que su modo de vivir se hace progresivamente más congruente con el del otro en el espacio de convivencia”. El educar ocurre, por lo tanto, todo el tiempo; de manera recíproca, como una transformación estructural contingente a una historia.
Además la educación configura el mundo en el cual vivimos, ya que tiene efectos en el niño y el adulto a largo plazo que se reflejaran en la sociedad en la cual estamos inmersos.
Es por esto que es sumamente importante entender la educación como un proceso integral y no sólo como lo que sucede dentro de la sala de clases o en el establecimiento educativo, sino como el proceso mediante el cual la persona llega a ser quien es en su vida adulta. Por medio de la educación, un niño se convertirá en un adulto que se respeta a sí mismo y respeta a los otros.


¿Qué mundo quiero?

Humberto Maturana propone que para educar  debemos preguntarnos primero ¿Qué mundo quiero? El autor responde esta pregunta manifestando que quiere un mundo en el que sus hijos crezcan como personas que se aceptan y respetan a sí mismas y al resto, un mundo en el que no se niegue al otro. La educación para Maturana debe ser un espacio de convivencia en el que la negación del otro es un error detectable que se quiere corregir.

Para lograr la aceptación del otro primero debo aceptarme a mí mismo...Para ayudar a un niño a amarse y respetarse a sí mismo debemos comprender que un niño no es superior a otro porque tenga una mejor conducta o mejores notas. Para Humberto Maturana "todos somos igualmente inteligentes" porque la inteligencia tiene que ver con la plasticidad conductual ante un mundo cambiante ¿Cuándo se dice que una persona es un ser inteligente? Cuando muestra una conducta capaz de cambiar según las circunstancias. Tenemos distintos gustos, preferencias, vivimos distintos cursos emocionales en nuestra historia".
Es beneficioso para la educación de los niños hacerlos entender que a pesar de que puedan tener conductas inapropiadas serán aceptados y amados para que ellos puedan sentirse legitimados y no se sientan negados en su relación con los educadores (padres y profesores), ya que un niño que no se acepte estará constantemente negándose y buscando ansiosamente lo que no es.


Es importante que padres y profesores logren demostrarle al niño que lo aceptan y lo respetan a pesar de todo, para que él pueda sentirse amado y validado, reafirmando por lo tanto, su autonomía y autoestima y finalmente podremos lograr una sociedad que acepta y respeta a todos quienes la integran.

lunes, 28 de octubre de 2013



BIENVENIDA PRIMAVERA!!!



Pamela Franco - Psicóloga Cesana


Los días comienzan a ser más cálidos y largos, los cielos más azules y brillantes, los desnudos árboles comienzan a vestirse de colores, el aire se vuelve perfumado y la gente sencillamente parece andar más alegre y con más energía… ¡ha llegado la esperada primavera!
A la gran mayoría de las personas, los fríos, cortos y oscuros días de invierno, afectan su estado de ánimo, sintiendo menos energía y por ende menos ganas de trabajar y salir.
 En un intento por estudiar la influencia del invierno en el estado de ánimo de las personas, los investigadores se han centrado en las diferencias de la luz solar, debido a la baja cantidad e intensidad de luz solar a la que estamos expuestos en invierno. En nuestro cerebro tenemos un “reloj biológico interno” que regula nuestros ritmos circadianos (ciclos de día y noche). Este reloj responde a los cambios en las estaciones, particularmente por sus diferencias en cuanto al largo del día. Aparentemente, nuestro estado de ánimo es determinado en cierta parte por la cantidad de luz brillante a la que estamos expuestos durante el día. Ella entra por nuestros ojos incrementando la producción de una sustancia llamada serotonina, un neurotransmisor de nuestro cerebro cuya disminución se asocia a los síntomas de la depresión.
Durante la noche, la melatonina, una sustancia que nos pone somnolientos, es producida por una glándula en nuestro cerebro llamada glándula pineal. Esta producción se detiene cuando la luz solar entra por nuestros ojos en la mañana, pero en los días de invierno la cantidad de luz es menor a la del verano; por lo tanto, la sensación de somnolencia y flojera queda con nosotros por más tiempo.
  Durante miles de años, el ciclo de la vida humana giraba alrededor del ciclo diario de la luz y la oscuridad. Estábamos alerta cuando el sol estaba presente; dormíamos cuando nuestro mundo estaba en oscuridad. La relativamente reciente introducción de la electricidad nos ha aliviado de la necesidad de estar activo sólo en las horas con luz de día, pero puede ser que nuestros relojes internos todavía estén diciéndole a nuestros cuerpos que duerman cuando los días se acortan. Esto choca con nuestra actividad cotidiana, la que ya no cambia de acuerdo a las estaciones.  
Sin embargo, hay personas que necesitan aún más luz que otras, debido a que uno de los componentes de su reloj biológico o de la recepción de la luz solar presenta alguna dificultad, por lo que en invierno, sus cambios en el estado de ánimo son más intensos y severos  y para ellos sí que la primavera representa realmente un giro de 180° en su estado de ánimo y vitalidad. Existe un síndrome llamado “Trastorno del Animo Estacional”, este es un subtipo de depresión que se caracteriza por que los síntomas comienzan a aparecer en otoño o principios de invierno y desaparecen totalmente en primavera. Las personas que sufren de este trastorno presentan los mismos síntomas que las personas con una depresión normal: estado de ánimo triste y decaído, irritabilidad, reducido interés en actividades que antes eran de su agrado, disminución del contacto con los otros, disminución de la concentración, energía y  mayor fatiga.
Se suman otros síntomas que son específicos de éste síndrome: aumento considerable del dormir y del apetito (específicamente por carbohidratos y dulces) y debido a éste último, aumento de peso.

Es extremadamente raro encontrar personas con este trastorno que vivan cerca de la línea del ecuador, donde los días son largos y con luz extremadamente brillante. Este trastorno afecta a las personas en los extremos del hemisferio norte y sur, siendo la población chilena por tanto particularmente vulnerable. No existen estudios que indiquen su porcentaje de incidencia en Chile, sin embargo, en países del Norte de Europa su incidencia puede llegar a ser del 10%.
No obstante, no toda persona que tiene una dificultad en algún componente de su reloj biológico desarrolla este trastorno. A sus causas se suman también indicadores biológicos, genéticos y psicológicos asociados a la depresión tradicional. Es por esto que si bien algunos países han instaurado la terapia de luz (con lámparas de luz muy brillante que imita la luz solar) para tratar a las personas que sufren el trastorno, esta es un complemento al tratamiento psicológico y psiquiátrico.
A quienes sufren este trastorno cada invierno se recomienda para el próximo invierno aprovechar lo más posible la luz solar durante el invierno, realizar actividades al aire libre, mantener las cortinas abiertas durante el día, pintar las paredes interiores de colores pálidos que reflejen la luz del exterior; evitar el estrés, ejercitarse  y comer bien (tratar de balancear el antojo por carbohidratos aumentando el consumo de frutas y verduras).
Por otro lado, aunque a algunos les parezca muy extraño, existe una versión mucho menos común del Trastorno del Ánimo Estacional, donde quienes lo sufren experimentan síntomas de depresión en el verano, los que desaparecen en otoño. Este trastorno presenta la misma sintomatología depresiva común mencionada antes, pero en este caso se acompaña de agitación, mayor irritación insomnio y disminución del apetito. Esta versión “al revés” del trastorno ha sido muy poco estudiada y sus principales razones se desconocen. Algunos investigadores piensan que las personas vulnerables a este trastorno podrían padecer una dificultad en su reloj biológico al revés a la antes descrita, donde los días más largos presentan una dificultad para sus ciclos biológicos al encontrarse desalineados. Por otro lado, otros creen que la variable luz no sería la protagonista, sino que serían las altas temperaturas. Las personas vulnerables a sufrir este síndrome son particularmente sensibles al calor. Si bien a todos nos produce incomodidad las altas temperaturas cuando son excesivas, a ellos aun cuando no son muy altas, les afecta su estado de ánimo de manera significativa. Además a estas causas relacionadas con el tiempo de la estación, se les suman los cambios en los horarios del día a día, la rutina cambia, los hábitos alimenticios y del dormir varían, y aparecen problemas relacionados con la imagen corporal. Éste último es especialmente importante en los adolescentes, etapa en que su autoestima se relaciona fuertemente con su imagen corporal, y el aumento de las temperaturas lleva al uso de menos ropa y las reuniones giran en torno a las piscinas y playas.
Si los síntomas son importantes, es necesario buscar ayuda psicológica. Como recomendación, la realización de ejercicio como se mencionó anteriormente tiene un efecto transversal para combatir la sintomatología depresiva, es necesario integrarlo a la rutina diaria a lo largo del año, y sin abusar de él y de las dietas como suele ocurrir en esta época del año, esto sólo genera más frustración y ansiedad. Para combatir la luz y altas temperaturas: duerma con cortinas black-out o  anteojeras, abrir ventanas durante la noche para enfriar la casa y utilizar ventiladores. Lentes de sol en el exterior e hidratado. Realice actividades con sus familiares y amigos, pero sin descuidar las horas de sueño como suele ocurrir cuando las noches son más cortas y nos tentamos a quedarnos hasta más tarde.
                Volviendo a la Primavera, relacionada con la creatividad, optimismo y renovación, podemos decir que esta época se vuelve el mejor aliado del año para sentirnos felices y energéticos. Sin embargo otros investigadores postulan que la luz y la temperatura son sólo 2 factores dentro de muchos otros: el olor fragante, el paisaje verde y colorido, el canto de las aves, el usar menos ropa y menos densa nos hace sentir más libres y ligeros. En general hay una sensación post-invierno de estar “despertando”, la energía nos lleva a realizar más actividades, ordenamos aspectos de nuestras vidas y nos ponemos metas, creemos más en nosotros mismos, nos dan ganas de contactarnos con la naturaleza, queremos salir a pasear en bicicleta o subir cerros, nos volvemos más artísticos y contactados con nuestros sentimientos, empezamos a hacer más ejercicio, en parte porque nos queremos ver mejor y porque nos sentimos mejor. Por lo tanto, ¿recomendación? ¡Aprovechar! Aproveche de esta energía y buen ánimo que comienza a sentir, realice esa actividad que tenía pendiente y deseaba hacer, aproveche de la creatividad y la fluidez de ideas, y por sobre todo: APROVECHE DE LAS ACTIVIDADES AL AIRE LIBRE. Las investigaciones muestran que el estar afuera es un importante mediador del efecto de la luz y temperatura en el estado de ánimo y pensamiento creativo, es decir, no basta por sí solo que los días sean más iluminados y cálidos, hay que salir a disfrutarlos. Organice paseos con su familia, acérquese a la naturaleza, vaya a plazas y parques, si tiene patio aproveche para comer con su familia al aire libre, organice un picnic, hagan deportes y juegos al aire libre, salgan a pasear en bicicleta, vayan al zoológico. Aunque sean unos minutos cada día… ¡Aproveche! 

Pamela Franco

Magíster (c) Psicología Clínica
Psicóloga Cesana

miércoles, 23 de octubre de 2013


 
Cómo enfrentar el Cáncer incluyendo a los hijos
 
 
 
 
 
 
¿Cómo debe enfrentar el Papá/Mamá- paciente la manera de explicarle a su hijo que está padeciendo de Cáncer?
Nunca es fácil aceptar la enfermedad, sobretodo cuando uno la padece o cuando es la pareja quien se enfrenta al diagnóstico. Es decir, ya el momento del diagnóstico puede producir bastante ansiedad a los adultos, por lo que en ocasiones los padres prefieren no comunicarle la enfermedad a los hijos, como mecanismo de protección hacia sus niños –en la medida que la función es protegerlos del dolor- y de sí mismos, puesto que podría ser complicado enfrentar el dolor en los pequeños.
Sin embargo, los niños –y sobretodo hoy en día- son muy perceptivos y sensibles al ambiente. Es por esto que a menudo los niños comienzan a percibir cambios en el ambiente, en la relación con sus padres y entre los padres. Del mismo modo, comienzan a percibir que el papá o la mamá abandona actividades y que de a poco comienza a sentir síntomas propios del tratamiento.
Es por eso que comunicar a tiempo el diagnóstico, es fundamental para los niños. La forma en que se debe comunicar depende de la edad de cada niño. Sin embargo, lo importante es hacer partícipe a los niños del proceso.
Con niños más pequeños debemos enfrentar las preocupaciones más concretas que podrían presentar. Por ejemplo ¿Quién se va a encargar de darle la comida y acostarlo? y necesidades afectivas ¿A quién recurrir cuando tenga susto?, entre otras.
 Es por esto, que las explicaciones que se le entreguen acerca de la enfermedad del papá o la mamá deben implicar soluciones concretas. Del mismo modo, con niños pequeños podemos utilizar el recurso de la fantasía a su favor para explicar de qué se trata el tratamiento. Por ejemplo: “La mamá v        a a recibir una inyección que tiene muchos soldaditos buenos que van a atacar a ese tumor”.
            No así con niños más grandes, quienes también necesitan soluciones a sus necesidades inmediatas (quién se hará cargo de ellos) pero las explicaciones acerca de la enfermedad y el tratamiento deben incluir aspectos más concretos de la enfermedad (por ejemplo: qué es un tumor, qué es el cáncer).
Además aparecen las dudas respecto del pronóstico, puesto que seguramente han escuchado acerca de otros adultos que han padecido de la enfermedad. En este sentido, frente a la pregunta de la posibilidad de morir en el tratamiento, una respuesta posible es la de dar al niño la tranquilidad de que el papá o mamá “se encuentra apoyado por doctores que han estudiado mucho acerca del tema y que están haciendo lo mejor posible” o “eso nadie lo puede saber, pero yo me estoy cuidado mucho y sé que los doctores están haciendo todo lo que pueden hacer”. Además, siempre es positivo el respaldo de la espiritualidad y creencias religiosas. Da lo mismo si la familia es católica, cristiana, evangélica, lo importante es el sentido que la familia le da a la enfermedad y la sensación de apoyo de la comunidad.
Respecto de los adolescentes, es casi imposible esconderles cualquier información, y muchas veces ellos mismos solicitan ocupar algún rol para apoyar a los padres (por ejemplo, cumplir algunos de los roles que el padre o madre enfermos ya no puede cumplir). Es por eso que habitualmente agradecen tener el espacio para plantear sus dudas, inquietudes y expresar sus sentimientos.
Finalmente, si bien las formas en que cada niño enfrenta la enfermedad puede ser muy distinta uno del otro, algunos aspectos a rescatar es que es importante mantenerlos informados y saber que todas las emociones que niños y adolescentes expresen son correctas: miedo, preocupación, alegría e incluso indiferencia inicial. Es importante estar disponible para contestar dudas e incluso buscar a otros como tíos, abuelos, padrinos que nos puedan ayudar en esta función cuando no nos sintamos capaces. También es legítimo que en ocasiones nos vean llorar, puesto que la pena también es una emoción válida.
¿Es recomendable que exista en paralelo una terapia psicológica familiar para poder enfrentar la nueva condición?
            El tratamiento siempre debiese ser integral. A menudo está el oncólogo de cabecera, enfermeras de confianza, químicos farmacéuticos y la atención psicológica también debiese ser parte del equipo. Tal vez no sea necesaria o factible una terapia psicológica familiar, pero si apoyo para resolver ciertas inquietudes o guiar a los padres para enfrentar algunos momentos más críticos.
 Los hijos por lo general sufren con la sola idea de pensar en perder a uno de sus padres. Más allá de una actitud positiva por parte del enfermo, ¿existe alguna herramienta con la cuál se pueda dar a conocer sin provocar ese temor dado que hoy en día existen tratamientos efectivos tanto de mantención como de cura?
            El temor es inevitable, puesto que ciertamente los niños tienen acceso a información y a experiencias positivas o negativas y observan cambios que no esperaban o no deseaban para sus seres queridos. Sin embargo, el cómo uno enfrenta el temor de los niños es lo importante: ¿lo invisibilizó no hablando acerca del tema?, ¿lo niego mediante mentiras?, ¿le doy cabida para que conversemos acerca de ello y calmarlo con las herramientas que tengo a mano?
            Lo importante es ir entregando información que los niños puedan recepcionar e ir resolviendo dudas en conjunto. Del mismo modo, comunicar todas las acciones que se estén generando para enfrentar la enfermedad y transmitir la tranquilidad de contar con un equipo de profesionales que respalda el tratamiento.
¿Es la actitud positiva del enfermo (padre/madre) quién apoyará en gran medida el que el hijo no sufra a niveles que lo desestabilicen emocionalmente en sus quehaceres cotidianos? 
Claro que sí. Todos los momentos de la familia son un aprendizaje para los niños y sobre todo cuando hay una crisis. Sin embargo cuando los padres expresan mayor optimismo, una actitud positiva o formas de afrontamiento más sanas, independiente cuál sea el resultado de la enfermedad, niños y niñas podrán afrontar de mejor forma la enfermedad del padre o madre.
            Para esto, la pareja parental también debe contar con las redes necesarias para nutrirse de apoyo cuando sea necesario en momentos difíciles. Del mismo modo, la confianza que la familia muestra al tratamiento y el equipo médico, será más aliviador para los niños desde el punto de vista de saber que se está haciendo todo lo que se puede hacer.
Por último, el factor de resiliencia es algo que se puede cultivar en la familia. Es decir, saber que uno tiene las herramientas necesarias y el apoyo para enfrentar situaciones complejas, es un factor protector que no solo acompañará al niño, niño o adolescente durante la enfermedad, sino que será un aprendizaje de vida.
 

domingo, 13 de octubre de 2013

La Meditación en Infantes



Desde tiempos muy antiguos nuestros antepasados han establecido una relación intima con la naturaleza, lo cual les permitió  obtener información relevante para poder sobrevivir y prosperar. Ellos nos recuerdan la simpleza de la meditación como sentarse y observar una flor.

Con el paso de los años, y el avance de la tecnología y la modernidad los niños buscan este espacio delante de la televisión, del computador o del celular, trayendo aparejado con esto muchos desordenes, principalmente el perder la conexión con la propia riqueza interna, con la creatividad.

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Por otra parte, este ritmo de vida tan rápido y plagado de estímulos está trayendo consecuencias a nuestros niños en diversos planos que nos hace preguntarnos si es esta la dirección que queremos dejar a nuestros hijos y nietos. Así un viejo arte, que sucedía en el transcurso de la cotidianidad comienza a reclamar su espacio, el arte de detenerse. Y es que con el hecho de detenernos, comienza un aprendizaje de reconocimiento de lo que nos ocurre, dando espacio para la creación y manifestación espontanea, reconocimiento y creatividad.
 

Pensamos que los niños se pueden aburrir, pero no hay que olvidar el vasto mundo interno que tienen los niños y que es necesario desarrollar así como también el que se mantengan actualizados con el rápido avance de la tecnología, no siendo esto último lo único a desarrollarse.  Y es que cuando llegamos a ser adultos y no tenemos ni idea que es lo que nos pasa, ni que es lo que nos gusta, vamos de un lado a otro sin rumbo, buscando experiencias que nos permitan conocernos, pero esta vez sobre la marcha. En este sentido, el desarrollo de la meditación o del silencio con nuestros niños les permite realizar un viaje hacia lo más esencial de cada uno de ellos, permitiéndoles conocer y desplegar los potenciales que se encuentran en cada niño y que muchas veces educamos de sobremanera no permitiendo su salida, sin reconocer esos potenciales que se encuentran en bruto y que cada niño y persona trae.

Ya son muchos colegios de Santiago, los que se encuentran implementando estas miradas y formas de trabajo con los niños por medio del uso del yoga y la meditación, ya que permite una mejor integración del niño en su aprendizaje, y así también en la relación con sus pares y profesores. Por otra parte, al hacer uso de este arte de la meditación los niños encuentran unos minutos para conectar con su corazón y escucharlo, despertando su propia inteligencia y desarrollando su atención en el momento presente. Pueden encontrar respuestas a cuestiones que les preocupan.

¿Cómo establecen esa conexión los niños? ¿Es posible?

Para responder estas preguntas primero tenemos que saber a que nos referimos por meditación. La meditación no es nada más que nuestra capacidad natural de focalizarnos, dirigir la mente y estar plenamente consciente del momento presente. Hay que considerar que esto ocurre en etapas y en distintos grados, además de variar en profundidad y forma de persona a persona, es por esto que establecer esta relación es toda una aventura nueva en cada ser humano.

Permitamos situarnos como si nos encontráramos en una sala de un cine viendo una película y tomamos conciencia como espectadores de una película. El facilitar esta observación y contacto favorecería un nuevo estado de equilibrio y armonía consigo mismos, y por consecuencia con su entorno.

Con niños lo podemos hacer por unos minutos, y ellos mismos van a ir pidiendo aumentar los tiempos si así lo necesitan. La meditación aunque sea por unos minutos, permite ir desarrollando la tranquilidad y relajación en los niños, pudiendo responder mejor a cualquier estimulo o requerimiento del medio, siendo muy útil en niños con hiperactividad o déficit de atención.  Niños de cualquier edad la pueden realizar, lo importante es el cómo.

¿Cómo se enseña a un niño a meditar?

Les puedes enseñar o incluir en sus actividades, como un momento para descansar y dejar ir. Puedes hacerlo por ejemplo, antes de irse a dormir, antes de hacer tareas, cuando están cansados, etc. ¡Les gusta mucho! Lo importante es que de acuerdo a la etapa que se encuentre viviendo, sea atractiva y divertida la forma en que se lo planteas.

Con los niños se recomienda una práctica regular de 2 veces a la semana, con el fin de poder evidenciar mejoras notorias.  Cabe mencionar que esta práctica puede ser propiciada mediante un acompañamiento en los distintos estados y dinámicas que ellos tienen jugar, contar cuentos, y también darse un momento para estar en silencio y meditar en compañía de otros, atención a los sentidos por ejemplo por medio del arte, aprendizaje en la propia respiración, identificación de sentimientos y emociones y de visualizaciones creativas.

Un punto no menos importante es que los niños necesitan la guía y acompañamiento de un adulto que amorosamente les instruya.

Luego de cada práctica  casi tan importante como la práctica misma es la integración en el trabajo con niños, preguntándoles como les fue, si alguien vio algo especifico o sintió algo especial de manera que pongan en palabras sus sensaciones y así se ayude a ampliar el repertorio de experiencias y registro de emociones.

Felicidad y bienestar

¿Les ayuda meditar para que nuestros niños sean más felices?

La idea de la felicidad que comúnmente los adultos manejamos, suele llevar aparejada la admiración, la atracción, la preferencia, la evaluación y finalmente algún tipo de satisfacción o beneficio implícito. Al ver a un niño vemos que estas relaciones no son necesariamente la causa de su felicidad, en este sentido la felicidad del niño aparece de forma más espontanea y genuina.  Se trata de una felicidad que como estado de consciencia late desde la identidad esencial, una felicidad que trasciende el sentimiento y la emoción y que en los niños cuando se dan las condiciones la encontramos de manera más burbujeante.

Por tanto, podemos aportar enormemente en generar los espacios tanto externos como internos para que los niños puedan desplegar y desarrollar sus distintas habilidades y recursos, de manera que esto les ayude a sortear los distintos momentos de su vida con mayor flexibilidad por ejemplo, al ingresar a nuevos contextos, en sus relaciones y consigo mismo, favoreciendo a su bienestar.
 
Rocío Delanoe C.
Psicóloga Cesana

jueves, 10 de octubre de 2013

Día de la Raza




Muchísimos son los años en los cuales se conmemora un día tan especial para la humanidad. Quizás más de alguien sólo sabe que es un día festivo pero no el por qué se legalizó como un día de celebración.

Acá te contamos la historia del día 12 de Octubre… Día de la Raza, aunque en otros países lo han bautizado con distintos nombres, pero que al final es para conmemorar lo mismo.

El 12 de Octubre de 1492 es la fecha en la que Cristóbal Colón y su expedición llegaron a la isla que los nativos llamaban Guanahaní y que él bautizó como San Salvador. Colón creyó,  en ese entonces, que había llegado a la India con sus tres embarcaciones: La Niña, La Pinta y la Santa María; pero a donde realmente había llegado era a las costas de una isla Americana.

A partir de este descubrimiento, el 12 de octubre se ha considerado como un día memorable porque es cuando se inicia el contacto entre Europa y América y que hoy conocemos como el "encuentro de dos mundos", con este descubrimiento cambia la forma en cómo antes se veía el mundo y las vidas tanto de los europeos como de los americano.

 

En nuestro país, fue declarado día festivo mediante la ley 3.81013 de 1922, que lo denominó "Aniversario del Descubrimiento de América", aunque informalmente se conoce como "Día de la Raza", el nombre con que España lo celebraba en esa época. En el año 2000, la ley 19.668 lo renombró a Día del Encuentro de Dos Mundos (aunque todavía se usa el nombre informal) y pasó a observarse el lunes más cercano al 12 de octubre si esta fecha cae entre martes y viernes.

Este año estamos celebrando 521 años desde que ocurrió ese GRAN avistamiento. Gracias a ese memorable momento dos mundos se encontraron y juntos… años tras años… han seguido sembrando y cosechando por aunar lazos, costumbres, valores y mucho más!!!


lunes, 23 de septiembre de 2013


Se acerca a pasos agigantados la esperada, cálida y para algunas personas traumática Primavera. Ricos días con más sol que nubes, con un clima mucho más cálido que el frío invierno, se está ya asomando en nuestro país.
Revista Parentalidad Activa conversó con la Dermatóloga formada en la Universidad de Chile, Susana Ruiz –Tagle Vásquez , quien nos ayudó a entender un poco más el por qué de las temidas alergias primaverales, que claramente en muchas personas es una época de gran incomodidad física por los estragos que causan en su cuerpo… lejos, por ende, de ser una agradable experiencia ante el florecimiento y las mejoras en las temperaturas.

¿Por qué una gran cantidad de personas (niños, adolescentes y adultos) sufren las llamadas "terribles alergias primaverales?
 Las alergias primaverales, habitualmente son consecuencia de la condición  conocida como Atopia, en que las personas que la sufren, tienen un umbral más bajo para reaccionar con alérgenos del ambiente. Es una condición genética, hereditaria, muy frecuente en la población, en especial niños y jóvenes, que ha ido en aumento, en especial en las grandes ciudades. Como en primavera se liberan grandes cantidades de aeroalergenos, es más común que las personas susceptibles broten en esta época.

Generalmente un doctor receta antihistamínico para combatirlas. ¿Se puede tomar durante toda la estación? ¿Es recomendable para los niños que tomen este tipo de medicamentos? ¿no les da sueño o les baja la energía?
Los antihistamínicos o antialérgicos, son medicamentos muy útiles en las alergias gatilladas por los alérgenos del aire. Son medicamentos seguros y administrados correctamente, son muy bien tolerados y pueden ser indicados por temporadas, siempre con supervisión médica. Los más antiguos tienen el efecto secundario de producir sueño, que en general, es mayor en los primeros días de tratamiento, y por esto se indica tomar en la noche. Los de nueva generación producen mucho menos sueño y en general no interfieren con las actividades diarias.

Existe según su experiencia algún tratamiento efectivo que se pueda entregar y que tenga algún tipo de sanación a largo plazo?
El tratamiento es largo, la condición de atopia dura toda la vida aunque va disminuyendo en intensidad a mayor edad. Hasta ahora no existe un tratamiento curativo, pero sí es posible controlar los síntomas, disminuir la intensidad y frecuencia de los brotes y de las complicaciones.
Los tratamientos para las crisis incluyen medicamentos como antialérgicos orales, corticoides orales y tópicos, así como inhaladores nasales y bronquiales. Además, en el área de la inmunología, existen tratamientos con vacunas para los alérgenos específicos más frecuentes, como ciertos ácaros.

Qué recomendaciones nos podría Usted hacer ahora que todavía estamos a tiempo de prepararnos ante una potencial alergia?
El mejor resultado de tratamiento, se obtiene cuando se comienza antes de las crisis, los antihistamínicos, así como los inhaladores y las cremas humectantes en el caso de la piel, deben ser usados como mantención, es decir, también en los períodos que se esté sano.

Cuando ya una persona presenta los síntomas ¿cree que exista algún mecanismo más natural para poder atacar esa alergia?
Los mecanismos naturales, son especialmente las medidas generales de tratamiento, medidas no farmacológicas, indispensables para aliviar. Entre ellas están: evitar el contacto con polvo de habitación, evitar alfombras y peluches, sacudir con paño húmedo, idealmente no en presencia de la persona atópica. No estar presente cuando se corta el pasto o se riega, evitar temperaturas extremas, ambientes contaminados con humo de combustibles y cigarrillo. Las medidas que tienden a subir las defensas del cuerpo son muy útiles, se utilizan vitaminas como la C, propóleo, probióticos, entre otros. El stress emocional empeora los cuadros, y en la medida de lo posible, debe evitarse.

Según su experiencia como dermatóloga, cuáles son los síntomas reales que se presentan cuando empieza la alergia primaveral?, puesto que muchas veces son confundidos con resfriados


Los síntomas son variables e inespecíficos, por eso se confunden con otras enfermedades. Los más frecuentes son el prurito o picazón de la piel, ojos y nariz, estornudos, rinorrea (romadizo), tos, lagrimeo y /o enrojecimiento de los ojos. En general no se presenta con fiebre ni compromiso del estado general, y no es contagioso. En el diagnóstico es indispensable considerar la historia previa de la enfermedad en el paciente y en familiares directos, por lo ya mencionado, de que se trata de una afección hereditaria
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