lunes, 25 de marzo de 2013





“¿Qué son los Hábitos de Estudio y qué elementos debería considerar?”
Los hábitos de estudio son todas aquellas actitudes y modificaciones que hacemos en nuestra rutina de modo de favorecer que se repita la conducta del estudio diariamente.  Al momento de generar hábitos de estudio positivos, se debería considerar:
Planificación del Espacio Físico: En el mejor escenario, se debe escoger un lugar fijo donde los niños puedan estudiar todos los días. De este modo, asocian su espacio con el estudio, facilitando que el niño/a se concentre en sus labores. El ambiente debe cumplir con algunos requisitos:
Mesa, silla y materiales necesario: De este modo los niños logran concentrarse más, no les da sueño al momento de leer un texto. Tener los materiales a mano, tales como el estuche y los libros facilita que el niño permanezca sentado. Opcional es poner un vaso de jugo o leche para que no tenga que pararse a buscar a la cocina.
Luminosidad y ventilación adecuada: De modo de evitar fatiga en el niño o niña.
ü  Evitar distractores: Elementos tales como computadores, televisión, salas ruidas, juguetes favoritos distraen alos niños de sus estudios.

Organización del estudio: Al momento de generar hábitos de estudio, es importante identificar cuál es el mejor momento para estudiar y escoger estrategias que le ayude a niños a realizarlo eficazmente.
ü  Rutinas: Es importante acordar con los niños el horario que se llevará a cabo la rutina de estudio/tareas. Esto depende de varios factores tales como hora de salida del colegio, si el niño debe almorzar en casa, momentos para descansar, quién será el encargado de apoyar a los niños en sus estudios entre otros factores. En el mejor escenario, niños y niñas deberían tener un horario único para estudiar, el cual debiese ser luego de un descanso y con uso de luz natural.
ü  Uso de agendas: El primer deber es aprender a tener una libreta o cuaderno específico donde se anote a diario las tareas, pruebas y otras actividades académicas.  Los padres pueden apoyar preguntando diariamente acerca de lo que el niño anotó (¿Revisemos tu libreta antes de comenzar a estudiar?) y reforzar positivamente cuando el niño cumple con esta tarea (“Que responsable te has vuelto”). 
ü  Horario: Es importante mantener horarios a la vista, los cuales pueden estar pegados en su mesa de estudio, en algún muro que los niños puedan ver y en sus agendas. De este modo, cada vez que el niño se siente a estudiar, podrá pensar en las prioridades y organizar su tiempo. “Mañana me toca mate,  pasado lenguaje y comunicación…mejor hago primero la tarea de mate”. 


     Actitud frente al estudio: Los hábitos de estudio se adquieren en la medida que el niño o niña se siente bien frente a la actitud de estudiar. En ocasiones, cuando los padres tienen dificultades para organizarse y organizar el estudio de los niños, estos se encuentran a última hora con una serie de ejercicios que resolver y páginas que leer antes de las pruebas. De este modo, padres ansiosos e hijos preocupados por una prueba que no prepararon, comenzarán a tomar actitudes desfavorables frente al estudio y sentir que este es un castigo.
ü  Niños pequeños, responsabilidades pequeñas: No se debe esperar que el niño sea suficientemente autónomo para exigirle que comience a estudiar solo. Al inicio de la etapa escolar los padres pueden tomar toda la responsabilidad en iniciar hábitos de estudio con sus hijos con rutinas adecuadas a la edad, para luego ir exigiéndoles mayor autonomía en la medida que lo pueda lograr solo.
ü  Refuerzo Positivo: Los refuerzos positivos son aquellos premios que recibimos al ejecutar ciertas conductas, facilitando que esta se repita en el tiempo. A menudo los padres piensan que los refuerzos positivos se refieren a regalos, pero también pueden ser refuerzos emocionales tales como felicitarlo y decirle que lo está haciendo bien cada vez que se observa que cumple con sus deberes escolares.
ü  Evitar uso de premios por notas: Ofrecerle premios o dinero por cada nota podría acarrear una dificultad que varios padres mencionan a largo plazo “no quiere estudiar sino le compro lo que quiero” o “ya no se qué mas darle para que tome sus cuadernos”. En ocasiones dar un premio a final de semestre podría ser una opción positiva en la medida que la enseñanza que se valora su esfuerzo a lo largo del año. Es decir, premiar o reforzar la actitud frente a sus rutinas en vez del hecho concreto de la nota.

  Evitar castigos por malas notas: La solución “más fácil” ante una mala nota es castigar al niño. Sin embargo esto no implica que niños se den cuenta que no estudiaron, ni menos que comprendan cuál fue el error. Es decir, castigar nunca implica un aprendizaje para niños y niñas. Al contrario, revisar con calma en qué y por qué se equivocó, le dará más herramientas para enfrentar sus estudios.

     Por último, la disposición que los padres tienen frente a la adquisición de hábitos de estudios es un elemento fundamental para apoyar a niños y niñas. En la medida que los adultos muestren una actitud positiva al apoyar a sus hijos y sostener conversaciones relativas a “la importancia del conocer”, ellos podrán disfrutar más cuando desde el colegio se le envíe una tarea o cuando se deban preparar para una prueba.  

lunes, 18 de marzo de 2013


Bus Escolar, una responsabilidad compartida 

Atrás quedaron esos agradables "chapuzones" y las levantadas tardes de los pequeños. En el recuerdo un rico verano descansado en la playa o en el campo.
El año escolar ha comenzado y muchos que aún no entran serán presa de flashes por parte de sus padres el primer día de clases 2013.
Con ello, el ordenar los horarios, tanto en el descanso como en la alimentación claramente aportarán a que el estudiante pueda rendir de mejor  manera sus días escolares. Esto porque está ya estudiado que aportaría en gran medida a potenciar las habilidades de concentración dentro del aula.
Así es… comienza un nuevo ciclo y con ello no podemos dejar de mencionar un ente bastante importante en este dibujo: el Transporte escolar.

Enrique González durante toda su infancia  acompañó a su madre que por más de treinta años se encargó del traslado de niños desde la casa al colegio y viceversa. Hoy y desde hace tres años hace él esa labor más allá que la “Tía
Lula” conocida por los pequeños, en algunas ocasiones tome el mando del volante cuando es necesario reemplazar a su hijo.

¿Cuántos niños en general tienes a tu cargo desde que comienzan las clases? ¿eso es variable? me refiero ¿pueden ir en aumento en el año escolar o siempre tienes un número fijo de niños?
Según la capacidad del  vehículo, actualmente podemos llevar  19 niños,  pero es variable, a veces no asisten al  colegio o  hay horarios que hay más niños y otros menos, en promedio 15 niños.

En el año a veces aumentan o disminuyen  los alumnos según las necesidades de los apoderados, pero en general  es muy  poco lo que cambia.
Entre qué edades son los niños que transportas?
Entre 6 años y 12 años

En el tema de seguridad, ¿cuáles son las principales normas de seguridad que te solicitan para poder hacer este trabajo?
Las normas de seguridad que te exigen van principalmente en el estado del vehículo para el tránsito, neumáticos en buenas condiciones, frenos, dirección,  motor, carrocería, entre otros. En general  más exigencias que un vehículo particular ya que se realiza cada 6 meses y utilizan otras normas.


 


En cuanto al cinturón de seguridad desde el 2007 rige una ley en que todos los vehículos desde ese año de fabricación deben tener cinturones de seguridad en todos sus asientos
 ¿Cómo influye el ruido de los niños en tu concentración a la hora de manejar?
El ruido de los niños  no afecta tanto, uno se acostumbra,  lo que dificulta mayormente es el respeto del prójimo en la conducción, muchos conductores creen que el furgón  debe respetar  todo, que es correcto, pero estos mismos muchas veces   pasan a llevar exageradamente  sin ningún respeto  a  los vehículos de transporte escolar.
En general  ya me relajo  en la conducción, manejar despacio y coordinar muy bien las llegadas y salidas. Hay  que estar  con todos los sentidos muy bien puestos,  dispuesto a aguantar muchos malos ratos de otros  e imprudencias en el tránsito, muy concentrado en todo  y atento a cualquier tema de este trabajo.

Cuando llegas con ellos al colegio o vas a buscarlos a la casa, ¿te bajas para asegurar que ellos queden bien sentados en el bus o que efectivamente ingresen al establecimiento educacional?
Sí, llegando al colegio siempre me bajo, les ayudo a bajar y me aseguro que entren  a su establecimiento educacional. En cuanto al llegar a sus casas según el caso a veces me bajo, pero en muchas ocasiones  no se puede por seguridad  en el transito ya que es muy peligroso. Lo que sí coordinamos muy bien la llegada para que su padre, madre o quien esté en casa reciba al niño en la puerta de furgón y le ayude a bajar.
En qué colegio (s) trabajas?
Colegio Juan Pablo Duarte en la comuna de Providencia


Supongo que tienes que tener un permiso especial para poder transportar niños, ¿de qué trata?
Sí.  Hay que tener un permiso especial del Ministerio de Transporte donde registran todos tus antecedentes, licencia de conducir especial para transporte escolar y revisión técnica  donde se deben cumplir todas las normas exigidas para circular como vehículo de esa categoría.

Importante es no olvidar para los padres contratar un servicio que esté en convenio con el Colegio donde su hijo (a) esté cursando sus estudios, además de exigir poder conocer los antecedentes de la persona que los trasladará desde y hacia su hogar por todo un año.
Las medidas de seguridad dentro de un furgón o bus escolar siempre deben estar reglamentadas, donde cada  niño debe tener su espacio con un cinturón de seguridad que el mismo chofer debe velar  que éste amarrado al momento de partir el viaje.
La responsabilidad claramente es de quien tiene a cargo el volante, sin embargo son los padres quienes deben buscar y velar por que el pequeño esté en manos seguras al momento de trasladarse. 




lunes, 11 de marzo de 2013


ADIÓS A LAS VACACIONES ...  ¡¡¡ BIENVENIDO COLEGIO!!!

A menudo los padres pasan de las vacaciones directamente a la jornada laboral, o se enfrentan directamente al stress del regreso a clases con todo lo que ello implica: comprar uniformes, útiles, pagar matrículas, levantarse temprano y una “Lista de cosas pendientes” infinita. De este modo, los niños también se ven envuelto en esta vorágine de actividades de nunca acabar.
Este mes quisimos recalcar en Psicología Gráfica la importancia de hacer un cierre de las vacaciones previo al comienzo del año escolar.
Con un “cierres de vacaciones” nos referimos hacer una síntesis de las actividades realizadas, repasar las experiencias vividas y recordar lo que aprendimos. Esto no solo es positivo desde el punto de vista de tener un espacio grato para compartir en familia, sino puesto que entrega abre puertas para aprendizajes importantes en la vida de un niño.

Un ejemplo son la adquisición de nociones temporales importantes tales como las estaciones del año para niños pequeños (“en vacaciones de verano hace calor, así que nos podemos meter a la piscina”). A la par, niños comprenden que en un periodo del año se descansa y que luego de un periodo de arduo estudio y trabajo se vuelve a descansar. Esta es una buena herramienta para entregar optimismo ante el inicio de clases para aquellos niños que no se sienten tan felices con la idea de volver al colegio.
Así mismo, los cierres de vacaciones son excelentes instancias para generar aprendizajes significativos en los niños. Un ejemplo concreto para quienes salieron de vacaciones fuera de la ciudad es revisar fotos asociando si un lugar queda ubicado al norte o sur de Chile, en qué región del país, la geografía que nos acompañó durante el viaje o los monumentos a héroes de la patria. De este modo, los ayudamos a construir una excelente enciclopedia mental para niños que comienzan a tener materias como Historia y Geografía dentro de su currículum escolar.

Sin ir más lejos, cada ciudad tiene distintos encantos que podemos transmitir a nuestros hijos si es que tenemos la disposición: ¿Por qué la calle Pedro de Valdivia se llama así?, ¿Quién le puso Alameda a la calle a la calle grande que conecta gran parte de Santiago?, ¿Por qué la calle Huérfano se llama así? O ¿por qué La Moneda recibe tal nombre? Varios son los ejemplos que nos ayudan a ver nuestra ciudad con otros ojos.
Por último pero no menor, nos ayuda a conocer más a nuestros hijos desde el punto de sus gustos y motivaciones. Claro está que cada niño es distinto, por lo cual valorará de distinta manera las actividades que realizaron en sus vacaciones.  Preguntas tales como ¿Cuál fue su actividad favorita?, ¿Qué le interesó más de todo lo que vivió?, ¿Qué le gustaría volver a hacer? Nos abren una tremenda ventana emocional hacia el mundo interno de nuestros hijos.


Y TUS HIJOS... ¿QUÉ RECUERDAN DE SUS  VACACIONES?



"Esto es un lugar que fuimos...unas termas que tenían muchos cactus en el camino. Ahí está la piscina de aguas muy caliente, que eran aguas más calientes que las otras... y habían lagartos y cactus. Eso fue mi lugar favorito"
                                                               E.V.G – 5 años





"Mi parte favorita de las vacaciones fue que en el camino había miles de lagartijas verdes...esta es la cabeza, el cuerpo, la cola y aquí está la parte de abajo de la tierra...las piedras. También me gustó las piscinas, pero las lagartijas me gustaron más".
                                                               P.V.G – 5 años







El Lago Colbún… muchos árboles… mucha agua… piscina… y una ardilla subiendo un pino
                                               C.R.B –  4 años